En estos días en los que en la mayoría de países viven en un estado de alarma y bloqueo, observamos  que la industria, comercios y empresas de servicios están paralizados debido a la situación que la pandemia del COVID-19 ha provocado.

Como respuesta a ello, muchas son las entidades/instituciones que ven oportunidades allí donde el resto del mundo ve oscuridad y dificultades dentro de una situación de crisis.

Este justamente es el caso de las plataformas de ciclismo virtual, que desde la implantación de las restricciones de movilidad en todo el mundo, han visto cómo la cifra de nuevos usuarios y miembros activos ha aumentado exponencialmente. Esta avalancha de nuevas altas se ha producido gracias a toda esa gente confinada en casa, la cual no ha tenido más opción que buscarse una alternativa para poder mantener un buen estado de salud física y mental durante el tiempo que dure el lockdown.

Si ponemos el foco en el sector profesional, no hay ni un solo equipo que no utilice rodillos inteligentes y distintas aplicaciones para poder dar continuidad a los planes de entrenamiento de sus corredores a la espera de que todo vuelva a la normalidad. Además, ya sea con una u otra plataforma, los equipos han establecido distintos partnerships para mantener la visibilidad de los patrocinadores que garantizan la continuidad del equipo y acercan el ciclismo profesional al aficionado.

Virtual Racing

Hablamos del gran momento que están viviendo las compañías de simulación y de ciclismo indoor, pero también los organizadores de importantes carreras del calendario de carretera que han aprovechado la ocasión para aventurarse a probar nuevos formatos, poner a prueba estas plataformas, y ver cómo responden tanto espectadores como equipos y patrocinadores.

Quien más y quien menos se ha visto alguna vez involucrado en algún evento de mayor o menor dimensión y, de bien seguro, no nos gustaría estar en la posición de tener que cancelar o posponer una de las grandes carreras del circuito mundial, con todo lo que ello supone a nivel económico, logístico, administrativo, y de disponibilidad de calendario. Sin duda, una auténtica pesadilla.

Tan solo hace unos días atrás hemos podido visionar, por primera vez en streaming, una de las clásicas con más reconocimiento de la temporada, como lo es el Tour de Flandes (De Ronde van Vlaanderen), en su versión digital. Hay aspectos del día de carrera que no pueden ser reemplazados digitalmente, pero los datos de share de pantalla de la retransmisión inducen a pensar que el formato atrajo al aficionado, que pudo presenciar el evento a través de cadenas de televisión o canales de streaming.

Llegados a este punto, no cabe duda que el debate está totalmente abierto, carreras virtuales, ¿sí o no?

Haciendo referencia a lo mencionado anteriormente, entendemos que los organizadores, en un escenario tan complicado, como el que desafortunadamente, vivimos estos días, opten por buscar alternativas y soluciones para poder cumplir, al menos parcialmente, con sus compromisos, contratos comerciales, y el resto de obligaciones al que están sujetos. 

De momento, el Tour de Suiza se suma a este formato virtual y ya ha anunciado el proyecto THE DIGITAL SWISS 5 que recreará una versión digital de la carrera por etapas y en la que ya cuenta con la confirmación de varios equipos World Tour.

Otras perspectivas

Todo lo que está ocurriendo nos afecta a todos y estas novedades pueden percibirse desde perspectivas  muy diferentes.

Desde el punto de vista de los espectadores, que visionaron esta edición especial del Tour de Flandes, podemos leer opiniones para todos los gustos y colores en  foros y redes sociales. Resultaba de lo más curioso ver por un lado a los corredores que representaban a cada equipo, en sus casas, subidos a una bici anclada a un rodillo inteligente y, por otro lado, ver los avatares pedaleando en el simulador mientras que un comentarista intentaba poner el toque de emoción retransmitiendo e intentando recrear una carrera real de ese calibre. Olvidémonos de las estrategias de equipo dentro de un formato como este, al menos de momento, sólo valen los wattios, la capacidad de resistencia y la visión para esperar el momento preciso para lanzar un ataque.

En cuanto a las marcas, entendemos que puede ser otra vía más para ganar visibilidad, llegar a más gente e, incluso, alcanzar mercados que hasta ahora fuera de su alcance.

Respecto a los equipos, para ellos también es una situación nueva a la vez que extraña. Una situación para la que no estaban preparados o, al menos, no entraba dentro de sus objetivos de la temporada pero, sin embargo, no deja de ser una oportunidad para mantener motivados a sus corredores y, por qué no, aumentar su palmarés si se presenta la ocasión.

A pesar del abanico de enfoques que podemos encontrar respecto a este nuevo escenario, algo en lo que todos están de acuerdo y comparten es que, en ninguno de los casos, el ciclismo virtual de competición ha llegado para sustituir al ciclismo tradicional sino más bien para complementarlo y aportar valor añadido.

Un nuevo paradigma

A día de hoy, todos sabemos que los E-Sports llevan varios años al alza, un sector que no para de crecer, capaz de mover  más dinero que la industria musical y cinematográfica, y que cada vez atraen a más gente. Hasta ahora, hemos podido seguir competiciones retransmitidas a nivel mundial, de fútbol, baloncesto, automovilismo y otras disciplinas pero, nunca antes, de ciclismo. 

Estamos convencidos de que esto, en un futuro no muy lejano, cambiará. Pronto empezaremos a ver también grandes compañías de tecnología apostando por esta disciplina de ciclismo virtual, aparecerán las primeras carreras oficiales donde equipos y corredores procedentes o no del mundo pro tour tendrán cabida y un sinfín de posibilidades se abrirá paso entre el sector de los deportes digitales.