Las grandes marcas de ciclismo suelen dejar probar sus prototipos y modelos a sus atletas patrocinados y embajadores antes de venderlos comercialmente. Al hacerlo, obtienen tanto feedback inmediato de los ciclistas, los cuales someten el material a los desafíos más extremos, y a su vez dan pistas a un público que siempre está ansioso por saber cuál será la próxima gran novedad de material. Esta es la estrategia que Kask siguió antes de lanzar al mercado su último casco de ciclismo Wasabi.

La marca italiana de cascos, la cual no solo se especializa en ciclismo sino en otros deportes como el esquí o la equitación, permitió al equipo pro-ciclista INEOS Grenadiers probar este modelo a principios de temporada en primicia. La primera vez que pudimos verlo en una competición fue durante la Strade Bianche pero el Tour de Francia fue realmente el lugar para mostrar y poner a prueba el casco en todas las condiciones meteorológicas y situaciones de carrera posible.

A primera vista, el casco mantiene la misma forma redondeada particular de los otros modelos más conocidos de la marca, Valegro, Protone y Utopia. Sin embargo, no se presenta como una mezcla de estos, sino como un concepto totalmente nuevo que proviene de la experiencia de Kask, lo que lo ha hecho perfecto para todas las tipo de eventos y disciplinas ciclistas. Su superficie es sobretodo plana pero, en la parte delantera, hay dos grandes aberturas de ventilación que permiten que el aire fluya hacia la parte trasera por donde el aire puede fácilmente escapar. Así, este sistema de entradas delanteras y traseras permite una adecuada canalización del flujo de aire, proporcionando una sensación fresca en los días más calurosos.

La característica más notable del casco es que estas aberturas de aire son completamente ajustables. Los ciclistas, simplemente moviendo una pantalla hacia arriba y hacia abajo, pueden graduar el nivel de flujo que necesitan. Así, cuando las entradas de aire estan cerradas, el casco cambia a una configuración totalmente aerodinámica y mantiene la cabeza más aislada en condiciones meteorológicas adversas. Desde Kask dicen que al abrir la apertura solo se pierde un vatio de potencia cuando se rueda a 50 km/h (probado en un túnel de viento). Además, en días muy fríos o cuando la lluvia te pille de repente en tu salida de fin de semana, puedes simplemente cerrar la pantalla, lo que te proporcionará un aumento de temperatura de 1,5 ºC. Además, la protección contra la temperatura también se ve reforzada por un forro interno de lana merino que aísla tanto del calor como del frío.

El casco proporciona un ajuste perfecto gracias a los varios tamaños disponibles y al sistema de ajuste Octo Fit con un micro-dial de goma para que puedas ajustar fácilmente el casco a tu cabeza con un simple gesto. Esto, además de un peso minimalista de 290g (talla M) y la correa de cuero, hacen que este casco sea muy cómodo.

Dicho todo esto, el casco ha sido probado con los más altos estándares en las instalaciones de Kask, superando con éxito la prueba de rotación KASK WG11 que garantiza la seguridad contra impactos en choques que tienen una mayor fricción.

Con estas características, este casco será tu protector en caso de accidente y, a su vez, un compañero perfecto para todas las condiciones climáticas durante el año. De este modo, su uso no se limita a una disciplina sino que, por el contrario, se extiende a todas. Podrás correr en carreras rápidas de carretera gracias a su aerodinámica, competir en carreras de ultradistancia de gravel donde las condiciones climáticas pueden cambiar en cuestión de minutos, participar en eventos locales de ciclocross evitando que el barro se te meta en el pelo o simplemente descubriendo lugares remotos en tu bicicleta de cross country.