Desde RAW Cycling Magazine hemos establecido muchos vínculos a lo largo del tiempo, los cuales nos han permitido vivir experiencias increíbles, viajar y, por encima de todo aprender, conocer y empaparnos de conocimiento y energía.

Uno de estos vínculos, es con los amigos de The Service Course, en Girona, que hace unos días nos permitieron probar una obra de ingeniería rodante, una bicicleta exclusiva y de momento con pocas unidades, hablamos de una Bastion Cycles road disc.

Seguimos a Bastion desde sus inicios en redes sociales y desde el primer momento tuvimos claro que era un proyecto diferente, una apuesta por la tecnología y el más alto estándar en calidad, el origen de sus fundadores tiene mucho que ver en ello, pues la marca nace de manos de tres ingenieros miembros del equipo Toyota R&D.

Con estos antecedentes y experiencia, Bastion surgió con una apuesta clara por la innovación y la excelencia, pues no se nos ocurren otros calificativos para esta bicicleta que impresiona, aún más, cuando la tienes delante.

¿Y en que se traduce esto? Pues en la elección de los materiales y, sobretodo, en cómo trabajarlos. Por todos es conocido que tanto el titanio como el carbono son componentes de grandes cualidades y Bastion decidió combinarlos, pero en el caso del metal, con un método innovador y que permite una personalización total. Utilizan la impresión en 3D para fabricar los racores de titanio, lo que les permite unas altas prestaciones y opciones de personalización sin el límite que genera un molde.

Todo empieza con la elección de la rigidez, los australianos nos proponen tres acabados: normal, rígido y extra-rígido, que lo consiguen incrementando o reduciendo el tramado interno de los racores, posteriormente se pasa a la elección de la geometría mediante un programa informático en el cual introducen las medidas de tu bicicleta deseada y este software determinará la medida de los tubos de carbono de un filamento del más alto grado y que forma deberán tener las uniones de estos. Listos para mandar a imprimir las piezas de titanio, del ordenador directo a la impresora, piezas únicas para tu cuadro personalizado.

Bastion dedica la mayor parte del proceso de fabricación a los acabados, mimando los detalles al máximo, y escogiendo cuidadosamente la pintura para cada uno de sus cuadros convirtiéndolos en piezas únicas, sin olvidar lo exigentes que son con los test de calidad por los que pasan todos sus productos y que podéis ver en múltiples publicaciones en su cuenta de Instagram. El resultado es diferente, es es-pec-ta-cu-lar.

La unidad que pudimos probar corresponde a la configuración rígida, y vaya si lo era. Las sensaciones que transmitía encima de la bici eran las de ir montando en una máquina hecha por y para ir rápido.

En los momentos rodadores la bici era muy reactiva y aceleraba de miedo y durante los tramos de montaña, que no fueron pocos, también tuvo un comportamiento más que bueno, aunque un juego de ruedas de menor perfil nos hubiera dejado notar mejor las cualidades de rigidez y ligereza del cuadro en estas circunstancias.

El conjunto de la bicicleta está formado por componentes premium de distintas marcas. En cuanto al cockpit, estaba formado por un combo de manillar y potencia Fizik Cyrano, siguiendo por un sillín Fabric Scoop, un juego de ruedas ENVE SES 7.8 disc con neumáticos Continental de 28mm y un grupo completo Shimano Dura-Ace 9150 Di2.

Con esta ensalada de componentes os podéis imaginar cómo funcionaba el conjunto…

Una bicicleta que pide ponerte de pie y aplicar vatios, pide esprintar, pero sin sobresaltos ante una zona bacheada, un instrumento afinado y que no deja indiferente a nadie, especialmente cuando dejas de verla a través de la pantalla de tu smartphone y la puedes tocar con tus propias manos.

Sencillamente, una obra de arte sobre ruedas.

Fotos de: Brazo de Hierro